SABER QUIEN ERES, ES LA AUTENTICA TRANSFORMACIÓN
¿Hay algo que te paraliza y no identificas lo que es, sintiéndote incapaz de reconocerlo y no tienes ni idea de cómo hacer frente a esa situación.?
Te entiendo muy bien, he estado aparcada en ese punto durante mucho tiempo. Es soledad, es frustración, es dolor…..
Soy Begoña Pérez González y tengo la certeza de que ese cambio que buscas en tu vida, empieza a manifestarse cuando te haces consciente de quien eres realmente, y comienzas a vivir en coherencia con ello.
Nadie dice que sea un camino fácil, requiere valentía, constancia y determinación. Debes saber, que tu ya tienes todas esas cualidades.
Estoy aquí para acompañarte a descubrir por donde necesitas empezar tu proceso de cambio, siendo consciente de tus bloqueos y tus prioridades.
Realmente iniciar este viaje hacia las profundidades de ti mism@, es toda una aventura. Te vas a encontrar con momentos muy agradables y también con otros bastante oscuros. Estos, son los que te hacen sanar de verdad, son los que te van a dar la llave para las infinitas puertas que el universo tiene preparadas para ti.
¿QUIEN ES BEGO?
Recientemente he descubierto, gracias a mi sobrino Dani, que soy una persona “multipotencial”
Soy peluquera, limpiadora, jardinera, albañil, decoradora, repostera, cocinera, escritora, conductora, organizadora, nadadora, fotógrafa, restauradora, madre, hija, hermana, amiga y amante de la vida, entre otras cosas.
Como solo soy dueña de mi tiempo, lo valoro muchísimo, y trato de disfrutar lo mas posible.
Lo que he aprendido
ALGO DE MI HISTORÍA
La Villa de Portugalete me recibió la madrugada de un miércoles de septiembre, hace casi 55 años. Al perecer, una noche movidita, es una historia que mi padre ha contado en numerosas ocasiones. ¡Fue la única vez en su vida que llego tarde al trabajo!
Mi padre, hasta el día de hoy, mi gran maestro.
Cuando cumplí los 40, todas mis frustraciones, miedos, incoherencias, máscaras, lealtades, comenzaron a ponerse en marcha, y me golpearon duro a lo largo de varios años.
Sabes una cosa…lo que no te mata, te hace más fuerte.
En ese tiempo, mi amada madre me hizo EL GRAN REGALO. Cuando en mi mente resonó el click, me encontré con la llave del Reiki, esa fue la puerta de entrada al edificio de la consciencia.
Ahora, mirando las cosas con perspectiva, me gusta la analogía de este proceso de cambio con un edificio. Cuando vivía en el primer piso las vistas no eran nada agradecidas y el sol apenas entraba por las ventanas.
Yo no sabia que era lo que sentía , pero no estaba bien. Debía sacudir aquella sensación de vacío, de hastío y monotonía. Sabes?…a medida que iba aplicando las reglas y leyes que este juego de la vida nos ofrece, cambiaba mi punto de vista. Decidí mudarme, y me traslade a un piso más alto.
Ya en el tercero, de la mano de Tameana y toda la información que recibía mediante las búsquedas que mi curiosidad originaba, entraba más luz y algunas veces conseguía ver alguna estrella.
No fue fácil. Uno de los temas que más me costó fue desapegarme de las personas y de las cosas que se quedaban abajo.
Cada vez que me trasladaba de piso, el equipaje era mas liviano y todo era más sencillo.
Mi cabeza trabajaba menos y mi corazón doblaba turnos. Las vistas iban mejorando, aumentaba la luz y apenas había tormentas.
Un buen día, con la Kabbalah en la maleta abandoné ese edificio y me trasladé al campo, a mi Origen, donde todo comenzó muchas décadas atrás con Juan y Ramona, Florinda y José, Daniel y Carmen ………
Aquí la luz es espectacular. Todo es un regalo. Las explosiones de color, las sinfonías ofrecidas por multitud de pajarillos y la belleza de las noches estrelladas. No penséis que la cosa queda aquí, porque también hay días oscuros. Sin embargo, ahora no me dan miedo. Ahora ya sé QUIEN SOY.
Ya todo quedó atrás, no hay nadie mejor ni peor, solo personas experimentando procesos distintos, personas viviendo en pisos diferentes.
Y a ti , ¿Te gustaría vivir en el ático? ¿Quieres hacer que algo suceda?
¡EMPECEMOS, VAMOS A CREAR UN CAMBIO CADA DIA!